Respiro,
De tu pecho,
todo lo que me falta.
Inspiraría tu
paz, como suelo hacer con tus mañanas.
Devoraría tus incertidumbres, casi como lo hago con tu boca.
Besaría también,
la soga con la que domas mis debilidades.
Besaría tu
felicidad cuando te digo que te quiero.
Como también besaría,
todas las ideas
que tenemos en común,
y las que no,
me las llevaría a la cama,
para que sí.
Me gustaría calcar tus gestos en algún libro, para mis insomnios.
Y si me permites guardaría,
Tus mimos, en
los almohadones del sillón,
Tus besos, en la
cartera.
Tu amor, en la
vida que nos queda.
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